Brillos blanquecinos...

Nunca podré olvidar aquel día. Aquella tarde llovía. Fui por unas calles un tanto siniestras pues tenía prisa. Si hubiera sabido lo que me encontraría allí quizá no se me hubiera ocurrido atajar. El aire golpeaba mi rostro. De repente, al cruzar la esquina les vi. Tres hombres delgados con la cara pálida, las manos temblorosas y la cara destrozada. Una imagen impactante, esos tres hombre con el papel albal y su heroína, destrozándose la vida lentamente. Me miraron, en sus ojos pude ver todo el tiempo que llevaban en este mundo oscuro. Las gotas de lluvia recorrían mi cara. Seguí con mi camino, y a esto lo llamamos progreso...

Pesimismo

Altas horas de la madrugada, las páginas se pasan solas, la depresión invade mi alma. Cierro el libro, me asomo por la ventana. Miles de luces iluminan mi ciudad. La gente duerme, están felices, no son capaces de ver cómo va el mundo... Yo desde mi posición "privilegiada" observó con una honda pena que nada tiene sentido. Vivir por vivir, el ser humano ama destruir, cada paso que da es hacia destrozar al compañero. Camaradas, un fantasma recorrió Europa, peor nosotros lo hemos espantado...

Reflexiones...

Sueñas con vidas eternas, sueñas con vidas perfectas... Pero solamente son sueños, sueños que se desvanecen en el correr de la vida. Vivimos llorando, lamentándonos de los males que arrastramos, lamentamos todo lo que pasa, pero debemos ser felices. Todos llegamos a un lugar feliz, encontramos eso que buscamos (o encontramos algo que no sabíamos que buscábamos). Un día cualquiera, ocurre lo inesperado, acaba nuestra abulia, y la esperanza aparece, enhorabuena, todo hombre por naturaleza puede ser feliz...