¿Cómo puede ser una persona tanto?

"El ser es lo que es". Y con esta frase tan tonta pronunciada ante mi, se abriría todo el universo. Todo, desde el más nimio detalle hasta la estructura más grande, se postraría ante mi. Pero lo más importante, por fin me conocería a mi mismo.

Plato y tenedor

Tenía una obsesión, no podía parar de golpear cosas. Sus padres no le dejaron tocar al batería y ese fue su mal. Desde pequeño había mostrado ciertas aptitudes hacia la música, tenía un oído esplendido. Pero sus padres eran pobres, habían ido a vivir a la ciudad en busca de un trabajo que les diera para comer. Para ellos músico no era una profesión, querían que su hijo aprendiera un oficio digno y enriqueciera. Y así las puertas del éxito le fueron cerradas y también el amor a la música.
Sin duda el psiquiatra que le trataba sabía esto, peor ¿qué podían hacer ahora?. El pobre loco cogía los tenedores del comedores y los golpeaba contra todo, camas, tuberías  mesas... Habían intentado enseñarle a tocar un instrumento, pero tenía un odio extraño hacia la música. Posiblemente no hubiera solución, viviría en ese estado golpeando cuanto hiciera ruido en busca de ese amor primitivo...

Despedida

Y aquí estamos cumpliendo el protocolo. Yo pseudobligado a leer este discurso y vosotros condenados a escucharlo. Hemos terminado el Bachiller. ¡Enhorabuena!. Formamos parte del sistema, no somos más que otro engranaje que encaja a la perfección.

¿Qué esperabais oír? ¿Un niñato contándoos lo bien que se lo pasó en el instituto? Pues yo no soy así, esto nos ha enseñado el instituto, y estoy orgulloso. Nos ha enseñado a ser nosotros, a ser únicos, a ser diferentes. Y por supuesto que echaré de menos a mis compañeros y mis amigos y mis profesores, pero es algo tan personal y evidente que no se expresa en un discurso, sino día tras día.

Como ya dije enhorabuena, nos hemos esforzado ye hemos conseguido algo (el bachillerato), sigámonos esforzando y consigamos del mundo un lugar mejor. 

Últimos momentos...

Si algo ha caracterizado mi vida ha sido mi ansia de estar con gente. Siempre he deseado tener alguien a mi lado. He hecho cosas que no quería por no estar solo. Siempre ha estado ahí un sentimiento de inmensa soledad a la vez que un miedo a que esta crezca. Y este anhelo me ha llevado a acabar aquí, al borde del acantilado...

Infierno...

Al nacer, lloramos, nuestra desdicha comienza ahí. El mundo se nos presenta lleno de colores y cosas jamas vista, cosas realmente alucinantes. Pero esta habitado de humanos, lo más corrupto que puede existir. Son seres creados para pensar en si mismos, sus relaciones son extrañas, y por desgracia, tú eres uno de ellos. Sin duda habrá cosas que merezcan la pena, y personas realmente interesantes, pero también habrá gente que solamente creará el mal. Has venido a este mundo, disfruta de él, pero recuerda que esto es el infierno...

A altas horas de la noche

Los pensamientos más profundos llegan a altas horas de la madrugada. Un viejo recuerdo ya casi olvidado había vuelto al presente. Apareció de repente, y estañado, no sabía que hacer. Aquel recuerdo me había torturado a la vez que alegrado durante un largo periodo, y su vuelta que significaba, ¿más dolor, o más alegría? Por si esto fuera poco veía por mi ventana la desgracia de los más cercanos, desgracias eternas, que nunca acabarían...

Brillos blanquecinos...

Nunca podré olvidar aquel día. Aquella tarde llovía. Fui por unas calles un tanto siniestras pues tenía prisa. Si hubiera sabido lo que me encontraría allí quizá no se me hubiera ocurrido atajar. El aire golpeaba mi rostro. De repente, al cruzar la esquina les vi. Tres hombres delgados con la cara pálida, las manos temblorosas y la cara destrozada. Una imagen impactante, esos tres hombre con el papel albal y su heroína, destrozándose la vida lentamente. Me miraron, en sus ojos pude ver todo el tiempo que llevaban en este mundo oscuro. Las gotas de lluvia recorrían mi cara. Seguí con mi camino, y a esto lo llamamos progreso...